El antiguo derecho consuetudinario asturiano ya nos hablaba de ella... La espicha era la comida que acompañaba a la cata del barril de sidra.
Tradicionalmente el comprador iba probando cada barril, en el lagar, marcando con tiza aquellos cuyo contenido le agradaba y que posteriormente adquiriría.
Con el fin de mitigar las consecuencias derivadas de unas excesivas tasas de alcoholemia en el cliente catador, y el posible engaño por parte de un vendedor que bien podría aprovechar esa circunstancia, dando gato por liebre: se exigía que el productor acompañase la cata con la ofrenda de determinados alimentos.
Hoy las espichas son fiestas que se organizan por mil y un motivos: el final de un año empresarial, el de un curso escolar, una fiesta familiar, etc... Las bases siempre giran en torno a estos tres elementos: la sidra, la comida y el lagar.
Con el fin de mitigar las consecuencias derivadas de unas excesivas tasas de alcoholemia en el cliente catador, y el posible engaño por parte de un vendedor que bien podría aprovechar esa circunstancia, dando gato por liebre: se exigía que el productor acompañase la cata con la ofrenda de determinados alimentos.
Hoy las espichas son fiestas que se organizan por mil y un motivos: el final de un año empresarial, el de un curso escolar, una fiesta familiar, etc... Las bases siempre giran en torno a estos tres elementos: la sidra, la comida y el lagar.
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