domingo, 9 de febrero de 2020

Ciudad vieja de Berna



El Casco histórico de Berna, lo que ellos conocen como Altstadt o Ciudad Vieja, es Patrimonio de la Humanidad de la Unesco. Situado en un recodo del río Aar ofrece, desde sus calles medievales, unos muy agradables paseos...

Paseos en los que resultarán destacables la catedral (Munster), el palacio federal de gobierno (Bundeshaus), la torre del reloj (Sytglogge), un buen número de fuentes, pero sobre todo los seis kilómetros de calles porticadas, que invitan a una experiencia comercial inolvidable.


Lo que más llama la atención de sus dos calles principales son sus sótanos, una característica común a cada bloque de viviendas, al que prestan apoyo desde la amplitud de sus bases. Las bodegas se entierran a medida que asciende la calle: empiezan siendo puertas verticales junto a unas escaleras desde las que se accede a la zona porticada de viviendas (tal y como puede verse en la foto precedente), hasta convertirse en puertas casi horizontales, a escasa inclinación del ras de suelo, desde las que se accede, también a través de unas escaleras, a sus respectivas bodegas...




Hace muchos años que estas bodegas dejaron de ser carboneras para convertirse, al menos una buena parte de ellas, en pequeños locales comerciales de entre los que destacamos: peluquerías, tiendas de ropa, bodegas, bares de copas, etc....

A esta oferta comercial hay que añadirle los múltiples locales comerciales que se sitúan en las zonas porticadas dando cobijo, en no pocas ocasiones, a todo tipo de boutiques en las que el lujo alcanza a ser una constante.

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sábado, 8 de febrero de 2020

La Iglesia del Temple



Una de las cosas que disfruté visitando, con ocasión de mi último viaje a Londres, es la Iglesia del Temple, situada como escondida entre los edificios, patios y jardines del barrio del mismo nombre (Temple), por lo que resulta dificil de encontrar.


Diría que es especial por dos de sus caracteristicas, que la distinguen e individualizan muy particularmente: por ser redonda y por las supuestas tétricas tumbas recogidas en su interior, pertenecientes a caballeros de la Orden.

Con unos ocho siglos a sus espaldas, se trata de una de las iglesias más antiguas de Londres y, aunque sufrió numerosos daños durante la segunda guerra mundial, fue reconstruida posteriormente para constituir el legado que hoy podemos ver...


Una buena parte del edificio, la que se conoce como "La Rotonda", se construyó a imagen y semejanza de la Iglesia más importante en la consideración de estos caballeros: la del Santo Sepulcro de Jerusalem...


La iglesia del Temple es hoy particularmente famosa por haber aparecido en la película "El Código Da Vinci", inspirada en la novela de Dan Brown, como uno de los posibles lugares en los que se centró la búsqueda de los restos de María Magdalena...


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lunes, 3 de febrero de 2020

Bouquinistes


 
Casi desde que existen los libros se venden, usados y de segunda mano, en las orillas del Sena y en lo que se ha dado en considerar como la librería, a cielo abierto, más grande del mundo.
 
Los "bouquinistes" fueron inicialmente personas de una cuestionable honestidad que, las más de las veces se apoyaba en la no menos dudosa procedencia de su mercancía; aunque poco a poco esto fue cambiando, a medida que su actividad se fue reglamentando y llegó a constituir el colectivo que hoy conocemos y que, de sol a sol y nunca mejor dicho, ameniza coloreando nuestros paseos a lo largo de más de tres kilómetros, los más emblemáticos, a ambos lados del río Sena...


Hoy en día constituyen un atractivo turístico más, en una ciudad en la que no faltan, hasta el punto de que al conjunto de sus 900 puestos de "cajas verdes" y 240 vendedores se le reconoció como parte del Patrimonio de la Humanidad de la Unesco, un patrimonio desde el que se exhiben unos 300.000 libros antiguos, así como un buen número de revistas, sellos, tarjetas postales, etc... 

 
Estos bouquinistes parisinos fueron inspiración de otros libreros, en otras muchas ciudades... Así tenemos, por poner un ejemplo y salvando las distancias por aquello de que las comparaciones pudieran llegar a resultarnos odiosas, los puestos madrileños de la cuesta de Moyanos, junto a la glorieta de Atocha...
En nuestros días, con el paso del tiempo y porque lo fuese exigiendo el turismo, los bouquinistes ampliaron su oferta de negocio a la venta de láminas, pinturas, litografías y souvenirs de todo pelaje...


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