Hostia! Qué casa!

Pocas veces un lugar tiene un nombre más apropiado que aquel al que nos referiremos en este post, porque es una verdad irrefutable que la ciudad de Ostia es la hostia!

Por su situación, en la desembocadura del río Tíber, en Ostia se encontraba el puerto de Roma, de la que fue la primera metrópolis de la historia y que alcanzó a superar el millón de habitantes, por lo que no resulta de extrañar que Ostia, en sí misma, llegase a tener una población cercana a las cien mil almas.

Por su excepcional estado de conservación, que iremos constatando en los distintos post que dedicaremos a esta ciudad, recomiendo muy encarecidamente la visita a Ostia Antica, a unos 30 kilómetros de Roma y muy cerca del aeropuerto de Fiumicino... 

El detalle de quiero mostraros hoy es esta insulae, que así se denominaban los bloques de viviendas en la época del Imperio Romano. Las insulae solían tener varias plantas y se parecían bastante a nuestras actuales viviendas sociales.

A la de de la fotografía, por los frescos que se encontraron en su interior, se la conoce como Casa de Diana, es una de las muchas e interesantes cosas que se pueden visitar en los yacimientos de esta antigua ciudad portuaria.