Una triste imágen, una instantánea que bien podría ilustrar la interpretación que generalmente hacemos de la religión, de la que nos interesa mucho más la suntuosidad de sus templos que el contenido de su mensaje.
Hice esta fotografía hace pocos días, mientras me dirigía por la Vïa de la Conciliación hacia la Plaza De San Pedro (Roma). En ella podemos ver que todos los peatones van por la calzada, junto a los coches, apartados de la figura del pobre enfermo, lejos del mendigo que se arrastra por la acera.
Se ve que sienten un indudable interés por la grandiosidad de la plaza y de su columnata, curiosidad por la perfección de sus esculturas, admiración por la calidad de sus mármoles, incluso simpatía hacia el traje renacentista y multicolor de la Guardia Suiza... Pero rechazo, cuando no absoluta indiferencia, por las necesidades o los problemas del prójimo... Y esto, en este Año Santo de la Misericordia...
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