Junto a las cajas de cartón que le sirvieron a su noche de abrigo, los estimulantes mensajes publicitarios del escaparate de la farmacia de al lado:
-. El de Sandoz interesándose por él, con un amable "Cómo te sientes hoy?", que pudo leer mientras se sacudió el dolor que le embadurnaba los huesos, tras dormir sobre el tan poco mullido como desagradecido granito del suelo
-. Y las sonrisas de quienes se saben protegidos tras haber probado las texturas innovadoras del fotoprotector de Isdín...
Menudo mundo el que hicimos!...
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