sábado, 6 de noviembre de 2010

Ye...

Y Griega asturiana, que pasará a llamarse Ye


Nuestro viejo abecedario parece andar un poco revuelto en estos días, en los que se ha pretendido otorgarle el poder de dirimir acerca del orden de los apellidos de las próximas generaciones de españolitos.

Por ende, y puede que en un intento de renovarlo de cara a la asunción de sus nuevas responsabilidades, la Real Academia de la Lengua Española aprobaba ayer algunos cambios que le afectan de lleno: desaparecerán las letras CH y LL, y la Y GRIEGA pasará a llamarse YE.

La medidas vienen a enmarcarse en el contexto de otras que, como ellas, caracterizan la delicadeza de nuestra actualidad y se califican con los adjetivos de: viejas, innecesarias e inoportunas.

A propósito de los APELLIDOS, todos sabemos que:
- Desde hace años y acudiendo al Registro Civil, ya podíamos cambiarnos los apellidos, el nombre, etc...
- A pesar de que se podía venir haciendo, es nimio el número de personas que han recurrido a tal posibilidad. 

Respecto del ABECEDARIO: tengo 51 años y el que recuerdo no incluía las letras retiradas. Probablemente porque quienes me lo enseñaron, ahora hace décadas y sin esperar a que las doctas autoridades en la materia dictaminasen la obviedad, ya habían llegado a la conclusión de que CH y LL no eran letras en sí mismas, sino la suma de dos.

Otra cosa es la que se refiere a la antigua Y GRIEGA... Cada vez que se menciona recuerdo la Autopista de la Ruta de la Plata (A-66), a su paso por la zona central de Asturias, en su desdoblamiento hacia dos direcciones: Gijón y Avilés.  Los asturianos la conocen popularmente como Y Griega y me dibuja una sonrisa el pensar que ahora habrán de llamarla Ye, un vocablo que -por otra parte- ellos utilizan mucho, ya que es su forma de decir "es"... (ejemplo: qué bonito es ésto: qué guapo ye estu).

Lo que no acabo de entender es que no se les ocurriese antes, a ellos que son tan dados a asturianizar simplificando las cosas...  Sirvan estos dos ejemplos:


EL ELOGIO DEL HORIZONTE

Este enorme monumento realizado en 1.989 por Eduardo Chillida y que podemos contemplar, desde entonces, en el Cerro de Santa Catalina de Gijón, no ha tardado en convertirse en uno de los señuelos más conocidos de ésta villa.

Cuando quieren referirlo, los gijoneses no suelen recurrir a su nombre original: lo conocen más cariñosamente como "El Eulogio" ó, en los casos más extremos, como "El Váter de King Kong".


LA MATERNIDAD - Fernando Botero

Otra estatua, La Maternidad, del inconfundible y antianoréxico Fernando Botero, sita en la céntrica plaza de la Escandalera de Oviedo, es conocida por los carbayones (ovetenses) como "La Muyerona y el Neñu" (La mujerona y el niño)...




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