Existe en Colombia un monumento dedicado a los zapatos viejos, pero aquél del que hoy quiero hablaros es bien distinto, pero sobre todo más triste: se trata del memorial a orillas del Danubio, más concretamente junto al Parlamento de Budapest...
La obra fue ideada en 2005 por el director de cine Can Togay y posteriormente creada por el escultor Gyula Pauer. Consiste en 60 pares de zapatos de hierro fundido, que representan a aquellos hombres, mujeres e inocentes niños que fueron brutalmente asesinados.
Añade incomprensión el pensar que, en este caso, los verdugos no fueron los alemanes, sino los milicianos húngaros, afines a los nazis y pertenecientes al Partido de la Cruz Flechada, a finales de 1944 y principios de 1945, en las últimas fases de la Segunda Guerra Mundial y poco antes de que las fuerzas soviéticas liberaran Budapest.
El monumento a los zapatos, a orillas del Danubio, no es impresionante como escultura: lo que impresiona es imaginar el horror que hay detrás de la historia y lo que representa. Merece la pena sentarse y reflexionar.
En septiembre de 2014 se informó del robo de varios de los zapatos de bronce del monumento. Inicialmente no quedó claro si el robo fue un acto antisemita o una broma de mal gusto o sin sentido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
¡Los comentarios son bienvenidos!