sábado, 22 de marzo de 2025

BUDAPEST: Zapatos

 



Existe en Colombia un monumento dedicado a los zapatos viejos, pero aquél del que hoy quiero hablaros es bien distinto, pero sobre todo más triste: se trata del memorial a orillas del Danubio, más concretamente junto al Parlamento de Budapest...

El exterminio de los judíos había alcanzado su apogeo en el Gueto de la ciudad, en el que llegaron a recluirse 70.000 personas y a fallecer más de 10.000 en muy pocos meses, por lo que hubieron de idear nuevas formas de exterminio, como la de llevar a los judíos hasta las orillas del río, y, tras descalzarles (los zapatos eran valiosos y podían ser revendidos), dispararles y arrojarles a las frías aguas de un río que, por momentos, dejaría de ser tan azul.

La obra fue ideada en 2005 por el director de cine Can Togay y posteriormente creada por el escultor Gyula Pauer. Consiste en 60 pares de zapatos de hierro fundido, que representan a aquellos hombres, mujeres e inocentes niños que fueron brutalmente asesinados.

Añade incomprensión el pensar que, en este caso, los verdugos no fueron los alemanes, sino los milicianos húngaros, afines a los nazis y pertenecientes al Partido de la Cruz Flechada, a finales de 1944 y principios de 1945, en las últimas fases de la Segunda Guerra Mundial y poco antes de que las fuerzas soviéticas liberaran Budapest.

El monumento a los zapatos, a orillas del Danubio, no es impresionante como escultura: lo que impresiona es imaginar el horror que hay detrás de la historia y lo que representa. Merece la pena sentarse y reflexionar.

En septiembre de 2014 se informó del robo de varios de los zapatos de bronce del monumento. Inicialmente no quedó claro si el robo fue un acto antisemita o una broma de mal gusto o sin sentido. 




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