martes, 17 de julio de 2018

Por aquí pasó Obélix...



El Oeste de Francia (Bretaña) es tierra rica en testimonios de antiguos megalitos, de entre los que cabe destacar los alineamientos de Carnac, con sus kilométricas hileras de menhires a las que dedicaré un forelatos, en cuanto tenga la suerte de conocerlos...

El Menhir de Champ Dolent, en Dol de Bretagne es, por la majestuosidad de sus dimensiones, otro de los monumentos simbólicos de la zona, registrado como monumento histórico (MH) desde 1889 por el Ministerio de Cultura francés.

Data de principios del Neolítico, esto es: de entre los años 4500 y 3000 antes de J.C... Sus dimensiones son absolutamente extraordinarias, hasta el punto de que se le considera uno de los megalitos más grandes de cuantos fueron encontrados hasta la fecha: se alza hasta los 9,3 metros de altura por encima de la superficie del suelo, su anchura media es de 1,80 metros y su circunferencia en la base alcanza nada menos que los 8,70  metros. Tanta envergadura consigue pesar las más de 125 toneladas.


Quizá por todo esto el de Champ Dolent fuese el primer megalito citado por un erudito, en el año 1636, y quizá por el mismo motivo la Iglesia lo cristianizase, en el siglo XIX, coronándole con una cruz metálica, tal y como muestran algunas litografías de la época.

Al lugar se le asocian numerosas leyendas, de entre las que destaco la que sigue, como una de las que me parecieron más interesantes: ... Según cuentan, el megalito se enterraría en unos centímetros más, cada año, de manera que su completa desaparición, de ocurrir y cuando ocurra, marcaría el fin del mundo.



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