jueves, 19 de mayo de 2016

Menage surrealista


Cementerio de Père Lachaise

Estamos ante la tumba de Paul Eluard, un poeta dadaista que no sería conocido en España de no ser por haber tenido a Gala por esposa, y a Dalí como amigo, pero también como el  rival que se la robaría.

Los dos artistas se conocieron en 1929, con ocasión de un viaje de Salvador Dalí a París, para ayudar a su amigo Luis Buñuel en el rodaje de "Un perro andaluz"... Dalí hizo muy buenas migas con los surrealistas a los que conoció en esos días, por cuanto les invitó a pasar unas vacaciones en la Costa Brava. Allí pasaron unos días de agosto Buñuel, René Magritte y Eluard, quien viajó con su esposa Gala.

El poeta llamó la atención de Dalí, quien decidió hacerle un retrato en el que aparece en un busto suspendido sobre un paisaje árido y sostenido por un mechón de cabellos. Pero el rostro de Eluard es lo de menos en este lienzo: su superficie está aderezada con un catálogo de imágenes oníricas que dan algunas claves sobre el autor, pero sobre todo sobre lo que se estaba fraguando en aquellos días... Mientras acababan el retrato, el pintor se fue enamorando de la esposa del poeta; ambos acabarían divorciándose unos meses después, aunque continuaron siendo amigos y amantes ocasionales...


Gala se fue a vivir con Dalí hasta el fin de sus días. Su llegada a Cadaqués dinamitó la relación del pintor con su padre, que lo desheredó por mantener relaciones con una mujer casada que le sacaba 10 años. Pero a Dalí apenas le importó: Gala era la musa que aparecía en sus sueños desde niño y su irrupción coincidió con la explosión de su carrera artística.
El retrato de Paul Eluard se exhibió por primera vez en París en la galería de Camille Goemans y después perteneció a la colección del artista: hacia 1982 lo compró la hija de Gala y el poeta por una cifra que se desconoce y en 1989 se vendió en una subasta en Nueva York por apenas dos millones de dólares.

Paul Eluard se volvió a casar en 1934 (con Nush, curiosamente otra musa del surrealismo) y murió de un infarto en 1952: Dalí y Gala le sobrevivieron casi medio siglo. 

1 comentario:

Ignacio Ríos Martínez dijo...

Pues tardaron 10 años en enterrarlo !!