"Trata siempre de que tus palabras sean tan dulces como la miel.
Por si un día tienes que comértelas"
Por si un día tienes que comértelas"
Ya se encargaron nuestros maestros de enseñarnoslo en la escuela primaria, por lo que de todos es sabido que los romanos representaban el número cuatro (IV) anteponiendo el uno (I) al cinco latino (V).
No obstante resulta particularmente frecuente encontrarnos con representaciones clásicas del cuatro utilizando una sucesión de unos (IIII). Eran más propias de los primeros siglos del Imperio y obedecían al temor a la blasfemia, a la irreverencia que supondría la alusión a la divinidad de Júpiter (IVpiter).
Esta forma de eludir el IV podía verse fundamentalmente en los relojes de sol, en los que también se leían sentencias, algunas de las cuales llegaron a ser muy populares:
1/ Carpe Diem: Que debemos al poeta Horacio y que viene a significar "Vive el momento"
2/ Tempus Fugit: Que debemos a Virgilio y que nos recuerda que "El tiempo vuela".
Ambas expresiones sugieren la necesidad de gozar de la vida, merced a su brevedad, tarea que -en mi opinión- resulta incompatible por chocar frontalmente con el temor de Dios...
Tempus
3 comentarios:
Recientemente me encontré con tu blog y he estado leyendo a lo largo. Yo pensaba que iba a dejar mi primer comentario. No sé qué decir, excepto que he disfrutado de la lectura. blog de Niza.
Lo que es un buen puesto. Me encanta la lectura de estos tipos o artículos. Puedo? Esperar a ver lo que otros tienen que decir.
Wow! ¡Gracias! Siempre quise escribir en mi sitio algo así. ¿Puedo tomar parte de tu post en mi blog?
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