Si se conseguía el arañazo los metros eran recuperados, las más de las veces y a los pocos días, por quienes anteriormente los perdieron...
La de trincheras fue pues, por cuanto decimos, una guerra de resistencia, más bien de desgaste, que todos los implicados valoraron, inicialmente, como una cuestión de pocos días, pero que sin embargo se prolongó durante años...
En ese contexto se trataba de conseguir que el enemigo se desgastase más que nosotros, motivo por el que resultaba preferible herirlo que matarlo, ya que al herirlo no sólo se le anulaba a él, también a los terceros cuyos cuidados habría de requerir...
Por las características de este tipo de confrontación, la Guerra de Trincheras permitió la ideación de nuevas tácticas, elementos y armamentos, desarrollados todos ellos a lo largo de este período y con la pretensión de acabar con el bloqueo que suponía, desde su sobredimensionada estática... Hablamos de lanzallamas, Guerra subterránea, tanques, batallas aéreas, guerra química, etc...
No debemos imaginar las trincheras del modo en que nos las muestran en el Memorial de Passchendaele (Bélgica)... Es seguro que fueron así, aunque sólo durante los primeros minutos que siguieron a su construcción; enseguida se llenaban de agua y lodo, heridos y cadáveres, ratas, pulgas y piojos, resultando un excelente caldo de cultivo para el debilitamiento de los soldados a través de numerosas enfermedades (disentería, tifus, cólera...), algunas de las cuales, como el "pie de trinchera", llegaron a describirse en este entorno...
El enterramiento de los muertos era un lujo, los cadáveres permanecían largo tiempo en tierra de nadie, hasta que la línea del frente se desplazaba, momento en el que resultaban inidentificables... En algunos campos de batalla los cadáveres no se enterrarían hasta después de la guerra... En el Frente Occidental aún siguen apareciendo restos humanos...
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