jueves, 8 de noviembre de 2018

Graffitis ordenados



Todos sabemos lo antiestéticas que llegan a ser las anárquicas pintadas de los grafiteros en paredes y portones de nuestros pueblos y ciudades, un tema que en estos días ha venido ocupando nuestros telediarios, desde los incidentes ocurridos en los metros de Madrid y de Barcelona.

Ahora bien, localidades hay en las que se ha intentado reglar la afición o impulso, llámese como se prefiera, de pintar las paredes por parte de estos jóvenes: incentivándoles económicamente hacia la pintadas por encargo: eligiendo formas, lugares, temas o mensajes que no se alejen demasiado de los cánones oficiales del buen gusto.


Si bien es cierto que tales iniciativas desproveen al alma del Graffiti de ingredientes esenciales como la clandestinidad, la protesta o la rebeldía; no lo es menos que todos, la ciudad, el artista y el público en general, acaban beneficiándose de algún modo...

En las fotografías que ilustran el post de hoy puede verse una de estas paredes, la de una casa en ruinas del casco viejo de la ciudad de Zamora... Sobre ella: un precioso graffiti conteniendo un no menos agradable soneto de amor, de Lope de Vega.

Por una ciudad con graffitis... aunque ordenados!...



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