Estamos en el cementerio de Campana, en Buenos Aires (Argentina), frente a una tumba que ha conseguido ser muy peculiar, bastándole para ello el añadido, por parte de los propietarios, de un toldo con el que protegerla del sol.
Se trata de una tumba familiar, en la que reposan varios difuntos de los que bien puede decirse, desde la respetuosa simpatía, muy lejos de la pretensión de molestar: que se encuentran en el mundo de las sombras.
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