Aunque no eran pocos, ni muchísimo menos, el fenómeno Harry Potter incrementó los lugares de interés con los que cuenta la capital británica... Vaya por delante que soy fan, aunque no tan friki como para rozar el integrismo de algunos, que se dedican a visitar, al detalle, "el todo Londres de J.K. Rowling", que nos muestran páginas como aquella a la que desde aquí se accede...
Podría decirse que, iniciando este recorrido, me quedé en el andén... En el andén número nueve y tres cuartos de la estación de King's Cross, el lugar desde el que el joven Harry accedió al fantástico mundo de la magia, a bordo del tren humeante de vapor que habría de llevarle hasta Hogwarts.
En este lugar, aunque no es aquél que aparece en la película pero se le parece, puedes hacerte una fotografía cargado de equipajes, armado con la varita mágica y ataviado con la bufanda de Gryffindor... Junto a la pared, como no, una tienda monográfica de artículos de regalos cuya temática gira en torno al joven mago...
Los exteriores de la estación que aparece en la película tampoco son los de King´s Cross, sino los de la estación de enfrente: San Pancras....
En fin: todo un cúmulo de ilusiones basabas en una sucesión de engaños, y es que así es el cine, señores...
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