miércoles, 26 de junio de 2019

La Gran Explosión



La primera guerra mundial, por innovadora, supuso el pistoletazo de salida para una buena parte de las armas y estrategias que hoy conocemos y de entre las que cabe citar:
-. Las armas químicas (gases)
-. Los lanzallamas
-. Los tanques
-. Los ataques aéreos, primero desde zepelines, más tarde desde el desarrollo de los aviones.
-. Los primeros submarinos.
-. La guerra subterránea o guerra de minas.

A esta última nos referiremos hoy, recordando la que aún sigue ostentando el fatídico mérito de ser la mayor explosión no nuclear de la historia bélica mundial. 



Ha de ser tenida en cuenta la nula eficacia de la guerra de trincheras, por su tendencia al estancamiento. Si se decide avanzar, siempre será a costa de la pérdida de miles de soldados que caerán bajo el fuego de las ametralladoras enemigas, con el injustificado resultado de conseguir unos pocos metros, demasiado caros y que muy probablemente volverán a perderse en los días siguientes... Así se explica que, sólo en los cinco primeros meses, medio millón de soldados perdiesen la vida en el frente occidental

El Cráter de Hooge, cerca de Ypres, se originó el 19 de julio de 1915 y fue el resultado de la detonación de una explosión subterránea. Una compañía de túneles, integrada fundamentalmente por ingenieros, había excavado 65 metros hasta una posición bajo el área de resistencia alemana, colocando toneladas de explosivos. Aproximadamente 500 alemanes murieron con la detonación. Tal fue la onda expansiva que el temblor llegó a sentirse en las ventanas del 10 de Downing Street (Londres).

El cráter que podemos ver en la fotografía, convertido actualmente en un estanque, es lo que queda de aquél que se formó como consecuencia de esta explosión y que, en una buena medida, ya se ha rellenado de tierra...


A partir de este momento la guerra clandestina o subterránea se llevó a cabo con gran valor y habilidad por ambos bandos, sin embargo sigue siendo un aspecto que una mayoría desconocen de la Gran Guerra... Sirva el dato de que en 1916, los aliados tenían a 20000 hombres involucrados en operaciones mineras subterráneas...

Para evitar los daños de una posible explosión subterránea surgen los primeros geófonos (ver foto a continuación)...



En este mismo lugar y a modo de clara represalia, los alemanes comenzaron a usar los primeros lanzallamas y el gas mostaza, armas con las que no tardarían en recuperar lo que perdieron con la gran explosión.

Junto al cráter de Hooge hoy pueden visitarse el museo y el cementerio homónimo. Asimismo existe un parque de atracciones temático y un hotel, a orillas del lago, cuya fachada puede verse en la segunda fotografía.

EXTRAS DEL POST
Ver fotos de un paseo por los alrededores





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