Su basílica se encuentra en el sevillano barrio de San Gil, celebrándose las fiestas patronales cada 18 de diciembre, aunque es la Semana Santa el momento en el que la imagen alcanza su cumbre de dimensión y fervor internacional, al ser la más conocida y que aglutina mayor devoción, de cuantas configuran la agenda de procesiones sevillanas.
Las escasas fotografías del luto de la Esperanza Macarena fueron muy difundidas en la ciudad y pasaron a venerarse en las capillas de los toreros y artistas, así como en manos de otros devotos...
Y ya se sabe: la Iglesia siempre se pone del lado del vencedor, sobre todo si este resulta ser "de derechas de toda la vida": de tal simpatía proviene el fajín de capitana del General Queipo de Llano, con el que se adornó a la Virgen a lo largo de 72 largos años y que finalmente le fue retirado, no ya por conciencia social o respeto a las víctimas del fascista, sino por encontrarse ciertamente deteriorado.
Y si la tumba del General Franco, en el Valle de los Caídos, es fuente de no pocas polémicas, siempre lo fue y será en mayor medida la de Queipo, enterrado desde 1951 junto a su esposa, en la basílica de la Macarena. Casi desde entonces se viene estudiando la forma de acabar con tal insulto a la memoria de cuantos sevillanos llegaron a contarse entre sus víctimas, trasladando sus restos a otro lugar que, según últimas propuestas, bien podría ser un columbario construido en el mismo templo...La Virgen de la Esperanza Macarena goza de gran popularidad, en todo el mundo, existiendo no pocas copias de su imagen, de entre las que cabe destacar la de Madrid (en la Real Colegiata de San Isidro) o, sin ir muy lejos, la del sevillano barrio de Triana.
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