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"La tierra es insultada y ofrece sus flores como respuesta"
(R. Tagore)
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Leo esta cita de R. Tagore que me invita a rememorar una escena de mi infancia, un episodio que consigo vislumbrar con una nitidez que no resulta propia de un recuerdo tan añejo, en el que el empuje de mis 10 años apenas conseguía levantarme unos palmos del suelo...
Aquella mañana, D. Jesús nos había leído unos versos de Salvador Rueda...
"Como el almendro florido
has de ser con los rigores,
si un rudo golpe recibes
suelta una lluvia de flores."
... Le sirvieron para disertar acerca de su significado y de cuan importante era el que, a lo largo de nuestras vidas y al igual que el almendro, respondiesemos a las adversidades con la amabilidad simbolizada por una lluvia de flores...
Don Jesús solía sentar a algún alumno sobre sus rodillas, para distraerse "acariciándole" durante las clases... Aquél día me había tocado a mí, motivo por el que sentía una mezcolanza de incomodidad y de asco que me resultaría difícil de describir y que me llevaba a perseguir, a buscar el medio -el que fuese- de aliviarme rápidamente de la situación.
En la solapa de su americana distinguí la cabeza de un alfiler que, sin pararme a pensar en las consecuencias, decidí clavarle y hundirle en el muslo.
En un quejido lastimero me arrojó contra el suelo; acercándose con los ojos inyectados de ira y esa furia que sólo puede aliviarse con la descarga de una violenta paliza, se disponía a levantar los puños cuando, desde mi actitud fetal y la desesperación propia de las circunstancias, grité lo primero que se me ocurrió y que habría de constituir mi salvación:
-. ¡Don Jesús!.. ¡Recuerde el almendro!.. ¡Sea como el almendro!...
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