miércoles, 1 de septiembre de 2021

Cuidar nos hizo humanos


Aunque existen anteriores referencias y alusiones al lugar, podemos decir que todo comenzó en 1895, cuando una compañía británica construía una línea férrea que habría de servir para el transporte del carbón, desde las minas del Norte de Burgos hasta Vizcaya. Richard Preece, entonces ingeniero responsable de la empresa, decidió cambiar el trazado original, para atravesar la sierra de Atapuerca, dejando al descubierto lo que aún hoy se conoce como “la trinchera del ferrocarril”. La línea férrea no alcanzó gran éxito, por lo que cerró en 1911, pasando la zona a configurar una cantera, años más tarde… 

Corría el año de 1992 y pronto comenzaron a sucederse los hallazgos en lo más parecido a un filón que se dio en llamar “la sima de los huesos”, como los cráneos de Agamenón y de Miguelón, nombre, el de este homo Heidelbergensis (Preneanderthal), que pretendía homenajear la segunda victoria de Indurain en el Tour de Francia.


En el año 2000 los yacimientos de la Sierra de Atapuerca obtienen el reconocimiento de su pertenencia al Patrimonio de la Humanidad, por parte de la Unesco. No podía ser menos, dada la generosidad de los hallazgos: en Atapuerca se desentierran todo tipo de restos fósiles, así como los de hasta cinco especies de homínidos: 
1-. El Homo Sp. (Especie por determinar, antigüedad de hasta de 1,3 millones de años) 
2-. El Homo Antecessor. Se trata de una nueva especie, descubierta precisamente aquí, en 1997, en el yacimiento conocido como “la gran Dolina”. Vivió hace unos 850.000 años, siendo considerado el primer homínido europeo. 
3-. H. Preneanderthalensis: antigüedad de hasta 500.000 años. 
4-. Homo Neanderthalensis: hasta 50.000 años. 
5-. Homo sapiens.

Amén de los hallazgos que hemos destacado, caben citarse también: 
-. 1994: una pelvis masculina completa, a la que se conoce coloquialmente como Elvis. 
-. 1998: Excalibur, un bifaz de cuarcita, cuya antigüedad se cifra en unos 500.000 años. 
-. 2009: el hallazgo del cráneo de Benjamina (cráneo 14), al que originariamente, en el contexto de un error de asignación del género, se bautizó como Benjamín. 
-. 2021: siguen los éxitos, como los de este año en que, desde los hallazgos de una lasca de cuarzo y un pedazo de mandíbula, se consigue datar la presencia humana en Atapuerca desde hace 1,3 a 1,4 millones de años.


De cuanto hemos citado en este repaso de las bondades en los yacimientos de Atapuerca, quisiera detenerme en uno de los hallazgos, por su importancia: me refiero al del cráneo de Miguelón, también conocido como cráneo 5… Miguelón tenía destrozado el lado izquierdo de su maxilar superior, por el terrible golpe que debió recibir, en vida y en esa zona…  

Sabemos que, por tal accidente, estuvo a un tris de fallecer. Sabemos también que para sobrevivir hubo de recibir meses de cuidados por parte de los miembros de su aldea, aunque finalmente fallecería a causa de una septicemia. 

Algo parecido debió ocurrir con Benjamina, la niña cuyo cráneo también hallaron aquí… Por la malformación que padecía, el cierre prematuro de las suturas craneales (craniosinóstosis), deducimos que debió sufrir no pocos problemas, hasta la edad de once años en que murió. Benjamina, que bien puede ser considerada como la primera discapacitada de Europa, vivió hace unos 500.000 años. Durante sus once años de vida recibió los cuidados y el cariño de los suyos. 

Y esto es, según la antropóloga Margaret Mead, lo que diferencia a los seres humanos de los animales, marcando la línea que separa al hombre del mono, frontera que no habría de situarse en la fabricación de instrumentos como los anzuelos, los cuencos de arcilla o las piedras para afilar… El punto de partida de la civilización, en una cultura antigua, es la prueba de la capacidad de cuidar a sus congéneres enfermos, algo que no alcanzan a hacer especies tan cercanas a nosotros como el gorila o el orangután.




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