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"Para que triunfe el mal basta con que los hombres de bien no hagan nada"
(Edmund Burke)
A finales del mes de marzo de 2012 tuvo lugar la Huelga General, séptima de la Democracia, que bajo el eslógan "Quieren acabar con todo" convocó a un buen número de ciudadanos, con la pretensión de manifestar su desacuerdo para con la Reforma Laboral que nos preparaba el Gobierno de Mariano Rajoy, y que según los sindicatos no generaría trabajo en el corto o medio plazo, aunque sí más precariedad y despidos.
En la tarde del mismo día una manifestación recorrió el espacio comprendido entre la fuente de Neptuno y un destino final que acabó siendo la Puerta del Sol, tras las numerosas negociaciones necesarias para voltear una negativa inicial, en el planteamiento del Gobierno Regional.
La participación fue masiva aunque resultó del todo insuficiente para modificar, en un sólo ápice, los planteamientos originales del Ejecutivo, por cuanto cabe entonar la correspondiente y constructiva autocrítica que debería surgir del sentir común, en el alma que compartimos los trabajadores... Nuestra insuficiente implicación en tales causas supone el abandono, cuando no el olvido y/o la traición a cuantos progresistas lucharon por conquistar nuestros derechos, a lo ancho de nuestra historia.
En la tarde del mismo día una manifestación recorrió el espacio comprendido entre la fuente de Neptuno y un destino final que acabó siendo la Puerta del Sol, tras las numerosas negociaciones necesarias para voltear una negativa inicial, en el planteamiento del Gobierno Regional.
La participación fue masiva aunque resultó del todo insuficiente para modificar, en un sólo ápice, los planteamientos originales del Ejecutivo, por cuanto cabe entonar la correspondiente y constructiva autocrítica que debería surgir del sentir común, en el alma que compartimos los trabajadores... Nuestra insuficiente implicación en tales causas supone el abandono, cuando no el olvido y/o la traición a cuantos progresistas lucharon por conquistar nuestros derechos, a lo ancho de nuestra historia.
"Una de las lecciones más claras de la historia,
incluida la historia reciente,
es que los derechos no son graciosamente concedidos,
sino conquistados"
Noam Chomsky
incluida la historia reciente,
es que los derechos no son graciosamente concedidos,
sino conquistados"
Noam Chomsky
Siempre que he tenido ocasión de participar en alguna reivindicación, en unos últimos meses en los que el descontento alcanzó tanto protagonismo -si cabe- como la crisis en sí misma, he acabado preguntándome por el sentido de tantas y cuantas ausencias: ¿adónde estaban los millones de parados?, ¿por qué no acudieron sus familias?, ¿qué hacían los que tenían trabajos precarios o vivían bajo la amenaza y/o presión de un próximo ERE?, ¿y los jóvenes? ¿por qué no habían venido aquellos que en breve acabarían sus estudios y no alcanzan ni a poder imaginar un futuro?, ¿y sus padres?...
Las imágenes con las que inicio este post corresponden a ese día, en ellas y entre otras cosas pueden verse: la previa y eterna pugna entre la conveniencia de apoyar o no a un Paro General; los piquetes menos informativos que represivos; las desafortunadas acciones punitivas contra las fachadas y escaparates de quienes decidieron no secundar la huelga y que obligarían a numerosas empresas a cerrar más por miedo que por convencimiento...
Todas éstas cosas que por atentar contra la libertad de elección resultan censurables, aunque nunca lo serán tanto como las coacciones que ejercería una administración desde: la implantación de unos servicios que no son mínimos; la precariedad de tantísimos contratos que podrían no ser renovados por la ausencia; o la insuficiencia salarial que puede pesar demasiado a la hora de decidir prescindir de los ingresos de una jornada, etc...
En cuanto a aquellos que se sienten cómodos tras los muros de los palacios de cristal de sus privilegiados contratos, a los que comparten la ideología de unos colores, hoy mayoritarios: únicamente recordarles que antes de pertenecer o sentirse de uno u otro bando, son trabajadores, y que debería ser obligación de TODOS el construir un mundo en el que conceptos como productividad y/o rentabilidad estuviesen permanentemente a régimen, mermando su protagonismo frente a la nobleza de otras causas... Si en pleno siglo XXI algún político aún no tiene claro este objetivo, quizá debamos plantearnos, de una vez por todas, la necesidad de una profunda Reforma Política...
"Cuando los nazis vinieron a buscar a los comunistas,
guardé silencio, porque yo no era comunista.
guardé silencio, porque yo no era comunista.
Cuando encarcelaron a los socialdemócratas,
guardé silencio, porque yo no era socialdemócrata.
guardé silencio, porque yo no era socialdemócrata.
Cuando vinieron a buscar a los sindicalistas,
no protesté, porque yo no era sindicalista.
no protesté, porque yo no era sindicalista.
Cuando vinieron a buscar a los judíos,
no protesté, porque yo no era judío.
no protesté, porque yo no era judío.
Cuando vinieron a buscarme,
no había nadie más que pudiera protestar."
no había nadie más que pudiera protestar."
Martin Niemöller - Pastor luterano alemán
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