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| Pabellón del Juego de Palma, del Palacio de Tullerías (París) |
El Juego de Palma (Jeu de Paume) es una disciplina practicada desde hace unos mil años, motivo por el que se considera precursora de todos los deportes de raqueta, incluyendo el tenis. En un principio, antes de la llegada de la raqueta se utilizaba la palma de la mano, aspecto éste al que debe su nombre.
La capital de este juego siempre fue París, sobre todo entre los siglos XIII y XVII, por usarse pelotas confeccionadas con piel de rata, en los talleres de los artesanos especializados parisinos (paumiers); con diferencia eran las que mejor botaban... Por su escasa producción estas pelotas siempre fueron muy demandadas, buscadas y cotizadas, hasta la llegada del caucho.
En el siglo XVI, con la invención de las palas o raquetas, el deporte alcanzaría su edad de oro en Francia, aunque algunos puristas prefieran -aún hoy- seguir jugando a manotazos...
Se estima que en 1596 había en París nada menos que 250 salas de juego de palma, y que unas 7.000 personas vivían directa o indirectamente de este juego.
Sir Robert Dallington publicó, en el año 1604, un artículo titulado La vida en Francia, en el que con un tono muy crítico afirmaba que los franceses nacían con una raqueta en la mano y que había en Francia más salas de juego de palma que iglesias...
El juego de palma fue el primer deporte en atribuirse un título de Campeón del Mundo, desde 1740 y sin interrupción hasta la actualidad. Esta disciplina alcanzó incluso a ser olímpica, por su puntual participación en los Juegos de Londres de 1908.
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| El Juramento del Jeu de Paume (Jean-Louis David) |
Hecha esta introducción a modo de salvedad, tocaría añadir que este juego tiene cuando menos otra poderosa razón sobre la que apoyar su popularidad en el país vecino: fue precisamente un pabellón de Juego de Palma, el lugar en el que se disparó el pistoletazo de salida para el inicio de lo que sería la Revolución Francesa, tras dificultarse la reunión en los lugares indicados.
"Hay un límite donde la tolerancia deja de ser virtud"
Edmund Burke
Un 20 de junio del año 1789, con el Juramento del Juego de Palma (Serment du Jeu de Paume), los 577 diputados del Tercer Estado se comprometían a no separarse hasta dotar a Francia de una Constitución, haciendo frente a las presiones del entonces Rey, Louis XVI. El juramento fue votado por la unanimidad de unos diputados que se habían reunido en la sala del Juego de Palma (Jeu de Paume) de Versalles, suponiendo la afirmación política de autodeterminación del pueblo, llevada a cabo por sus representantes.
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