martes, 26 de septiembre de 2017

Separación?


Foto: Hugo Sánchez
Aún habrán de pasar unos días para que concluya la primera fase de este proceso y tengo la impresión de que estamos hasta la coronilla de oir hablar tan machaconamente, en todas partes y a todas horas, de un tema del que opino que, pensemos lo que pensemos, estemos a favor o en contra, pocos entenderemos como pudo llevarnos tan lejos.

De las distintas consideraciones que lo rodean destaca la de opinar respecto de la legitimidad de una consulta que, si la analizamos bien e independientemente de lo que al respecto exprese la constitución, no parece estar muy licitada...

Y es que si rebajamos el tema a una escala de comprensión:
-. Personalmente no conozco a ninguna familia que votase para segregar su vivienda de la Comunidad de Propietarios a la que pertenece la finca.
-. Ni ninguna casa cuyos miembros decidan si quieren seguir perteneciendo y cotizando a un determinado ayuntamiento o no.
-. Ni tampoco calles que decidiesen lo propio.
-. O municipios que optasen por dejar de formar parte de una provincia o región...

Lo que sí conozco, por parecer tendencia más actual, es a pueblos que quieren sumarse, que aspiran a anexionarse a proyectos comunes que les hacen más justos, más competitivos, más fiables y más fuertes.

Considero cualquier nacionalismo egoísta en lo económico,
racista en lo étnico y tribal en lo patriótico
(Vicente Baos)

Una región como la catalana que nunca fue soberana y que, por otra parte y como un miembro más, estuvo integrada en una de las naciones más antiguas del mundo, no puede decidir una secesión por muy bien que se la vendiesen y por mucho que la justificasen sus líderes políticos. Tal necesidad no es más que un planteamiento anómalo que emanaría del sentimiento de una supuesta superioridad que bien puede recordar al fascismo, al más puro estilo de los arios.

En el origen de todo este galimatías: 
1/ la forma en la que trazamos la España de las Autonomías: hemos permitido demasiados agravios sin ponerles freno a tiempo (inmersión lingüística,  quema de banderas, diadas y aberri egunas, enseñanza sectaria, etc...); demasiado desarraigos e injusticias que nos fueron llevando, paso a paso, hasta el lugar en el que actualmente nos encontramos. 
2/ la ley electoral que habitualmente nos lleva a la constitución de unas cortes en las que las minorías nacionalistas fueron creciendo desde su papel de bisagra, haciendo imprescindible un apoyo del que en numerosas ocasiones dependió el gobierno de un país, y por lo que estos separatistas, maquillados de desnatados nacionalistas, supieron obtener inconvenientes ventajas para sus fines.

A partir del 1 de octubre, aún colocándonos en el mejor de los escenarios, nos quedaría un enorme trabajo por hacer en el sentido de revertir toda la ideología que se fue sembrando, el de limpiar tanta basura propagandística que fue contaminando a este pueblo durante décadas y desde la calle, las televisiones autonómicas o los centros de enseñanza...

Y lo que nos resta, puesto que con la celebración del día de la patria vasca, en estos días pudimos ver que aprovechando el revuelo, el Lehendakari Urkullu no dudó en dar algunos pasos aproximándose hacia este mismo lado oscuro... 

Por todo lo hablado vuelve a darse por válida aquella definición que se refería al POLÍTICO NACIONALISTA como al personaje que altera la historia para crear enfrentamientos entre la ciudadanía, con los que tapar otros problemas, para así vivir del cuento y de sus víctimas."... 

Ahora sólo queda sentarnos a esperar que ARAGÓN reclame el condado de Barcelona, y que NAVARRA haga lo propio con las tierras vascongadas... Todo se andará...



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