miércoles, 19 de septiembre de 2018

Muerte intramuros



El Cementerio de Brihuega forma parte de la Ruta de los Cementerios Españoles, por su antigüedad (que se remonta a la época califal, entre los siglos IX y XI) y por su indudable interés. 

Lo primero que nos llama la atención es que se trata de un cementerio intramuros, dentro de los límites del castillo de esta localidad.


A diferencia de lo que sobre la muerte viene comentando el vulgo, sobre el hecho de que nos igualaría a todos, en el cementerio de Brihuega intuimos enseguida que esto no es del todo cierto: disponiendo de dos niveles, en el superior se encontrarían los enterramientos más antiguos, los ricos panteones y las capillas nobiliarias, siendo el nivel inferior aquél en el que se situaron las tumbas de los más desfavorecidos... 

Al fin y al cabo, el nivel social siempre encerró una cuestión de altura...


Y como no? También una cuestión de espacio, algo que pone claramente de manifiesto el que no se pueda transitar, por una buena parte del cementerio, sin pisar una losa de mármol...


Y no resultará de extrañar que en tal contexto aparezca un marcado sentido de la propiedad...


Incluso el germen de la exclusividad...


Finalmente, en el cementerio de Brihuega y a través de los numerosos enterramientos de niños que podemos ver, a lo largo de sus suelos o paredes, se nos recuerda la elevada mortalidad infantil de épocas pretéritas... 

En tal contexto son frecuentes expresiones como un simple "¡Hijo mío!", u otras como "¡Jamás te olvidaremos, hijito del alma!".


Para terminar, algo que se siente y percibe en Brihuega es lo frecuente de las epidemias de antaño... Si nos fijamos en las tres sepulturas de la parte superior, vemos que corresponden a tres hermanos. Los tres fallecieron en 1885:
-. Pilar Belmonte y Gonzalez, fallecida el 2 de julio, a la edad de 5 años y 7 meses
-. Amalio Belmonte y Gonzalez, fallecido el 1 de julio, a la edad de 4 años y 3 meses
-. Mariano Belmonte y Gonzalez, fallecido el 25 de julio, a la edad de 2 años y 2 meses...
La fotografía es, sin género de dudas, el testimonio de la tragedia que, en julio de 1885, debió de asolar a esta familia...



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