La ciudad de Antequera, en la provincia de Málaga, brinda no pocos atractivos para una más que justificada visita: su casco histórico, su famoso torcal y, por supuesto, el conjunto de dólmenes, del que hoy vamos a hablar.
Porque efectivamente, se trata de tres construcciones megalíticas, de entre las que destacaría el dolmen de Menga, considerado el mayor de Europa y probablemente de todo el mundo.
Tal
es así que la losa que cubre este monumento alcanza a pasar de las 150 toneladas,
el equivalente a 1.500 hombres de 100 kilos cada uno, aunque, versiones hay, que le suponen un peso aún mayor a la estructura, que podría rondar los 180.000
kilos.
Puestos
a entenderlo mejor, y aunque las dicen odiosas, seguiremos recurriendo a las comparaciones: la piedra más
pesada de cuantas se usaron para la construcción de la pirámide de Guiza
(Egipto), levantada 2.000 años después de la construcción de Menga, pesa “tan
sólo” 30 toneladas.
Para
mayor prodigio, el Dolmen de Menga posee, además, otras 32 piedras de
dimensiones descomunales, que se dispusieron, hace unos 6.000 años, formando una
especie de cueva artificial; quizá por esto, los vecinos de Antequera la
siguen denominando “la cueva”, por considerar erróneamente que se trataba de un espacio
natural.
Habremos
de mencionar también la particularidad de su orientación: a diferencia de cuanto ocurre con este tipo de construcciones, la de Menga no está orientada hacia
la salida del sol, sino hacia una montaña de 870 metros, destacando en el paisaje
antequerano y que se conoce como “la Peña de los Enamorados”
Otros
dólmenes que pueden visitarse en Antequera son: el de El Romeral y el de Viera,
o “la Cueva Chica”, nombre con el que también es conocido este último, a
escasos metros del de Menga.
En
julio de 2016, el conjunto arqueológico de dólmenes antequeranos fue declarado
Patrimonio Mundial de la Unesco.
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