Corría el 26 de septiembre del año 1984 cuando Francisco Ribera, alias Paquirri, quien acababa de saludar a "Avispado", el cuarto toro de Sayalero y Bandrés, recibía la cornada que, por sus profundas y varias trayectorias, acabaría matándole.
Una vez en el quirofanillo, Paquirri pidió calma y se dirigió a Eliseo Morán, el cirujano que atendía la modesta enfermería: "Doctor, la cornada tiene al menos dos trayectorias, una p'acá y otra p'allá. Abra todo lo que tenga que abrir. Lo demás está en sus manos».
Allí no había ni anestesia. Estaba lleno de telarañas, muy sucio. Este percance fatal marcaría un antes y un después en la asistencia sanitaria en los cosos.
El diestro murió en el camino a Córdoba, adonde se dirigieron, en un intento de procurarle una mejor atención.
Francisco Rivera nació y murió torero, con sólo 36 años. Aquél era probablemente el mejor momento de su vida, tanto en lo profesional, como en lo personal. Durante largo tiempo su esposa, Isabel Pantoja, sería conocida como la "viuda de España".
En Pozoblanco, junto al coso, puede verse un monumento que recuerda su tragedia...
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