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martes, 14 de septiembre de 2021

El Canal de Castilla

 

Uno de los proyectos más ambiciosos de la historia de nuestra ingeniería civil es, sin duda alguna, el Canal de Castilla, iniciado a mediados del siglo XVIII por voluntad de Fernando VI y quien era su ministro más influyente, el marqués de la Ensenada.

Con su construcción se pretendía activar la economía castellana y dar salida al mar para lo que siempre fue, y aún sigue siendo, su principal producto: los cereales.

Aunque inicialmente se plantease con un mayor número de ramales y de kilómetros, lo cierto es que nunca se concluyó, por quedar rápidamente obsoleto tras la llegada del ferrocarril... Hoy salva 150 metros de desnivel, pasa por tres provincias (Burgos, Palencia y Valladolid) y tiene la forma de una Y invertida, en la que se distinguen tres ramales:

-. El ramal norte: que iría desde Alar de Rey hasta la triple esclusa de Calahorra de Ribas, donde se cruza con el río Carrión. Se trata de un tramo de 75 kms en el que se concentra el mayor número de obras de ingienería (24 esclusas), por ser la zona que presenta el mayor desnivel del recorrido.

-. El ramal de Campos: que iría hasta Medina de Rioseco (78 kms, con 7 esclusas).

-. El ramal Sur: que acaba en el Río Pisuerga, alcanzando Valladolid (54 kms, con 18 esclusas).

La construcción del cuarto ramal, que iría hasta Segovia, nunca llegó a iniciarse.

El tráfico por el canal sólo estaba permitido de sol a sol, para barcazas que para moverse se valían del arrastre (con animales), o a vela.

En nuestros días, su mayor interés estriba en el regadío, aunque también en su creciente vocación turística, a través de la promoción del senderismo, o la navegación de recreo.

Desde 1991 el Canal de Castilla fue declarado Bien de Interés Cultural, en la categoría de Conjunto Histórico, por parte de la comunidad castellanoleonesa.


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