domingo, 26 de febrero de 2017

El arco de la calle Machín...



En la mañana del primero de noviembre del año 1755, festividad de todos los Santos, la ciudad de Lisboa sufrió un terrible terremoto el cual, con una intensidad de 9 en la escala de Richter, no necesitaba del remate del posterior tsunami, para alcanzar a ser lo suficientemente dramático y devastador.

Quienes han paseado Lisboa saben muy bien de qué estoy hablando: la tragedia causó unos 90.000 muertos sólo en Portugal, aunque hubo otras zonas afectadas, de entre las que cabe destacar a las españolas de Ayamonte y Lepe.

Una sacudida así, no podía ser de otro modo, también se hizo notar tierra adentro y a muchos kilómetros del litoral: En la ciudad de Coria (Cáceres) se derrumbó la cubierta de la catedral, sepultando a los fieles que en ese momento se encontraban escuchando misa. En esta misma provincia el temblor llegó incluso a desviar el cauce del río Alagón.

En la comarca de La Vera (Cáceres) el cataclismo también quiso dejar huellas de su paso: fueron múltiples los destrozos, aunque afortunadamente no hubiera víctimas. En Jarandilla fue necesario construir este arco para evitar el derrumbe de los dos edificios a los que separa... 

Uno de ellos -el de la izquierda en la primera foto- que antaño fuera Hospital de los pobres, está situado en la esquina de dos calles: la de Machín, de la que estamos tratando, y la Calle de Santa Ana, que sale hacia la izquierda y donde hace más de 50 años, quien os escribe tuvo la ocurrencia de nacer...


EXTRAS DEL POST
Ver mi acuarela sobre ese arco


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