jueves, 29 de septiembre de 2016

Tomar Partido?



Entre estas dos fotografías, la que precede y la que sigue a estas líneas, apenas median unas semanas: la primera, en la que parece haberse detenido el tiempo, se tomó en Tarifa (Cádiz/Andalucía) a principios de este mes de septiembre; la otra es de hoy, a la puerta de la Sede Nacional del PSOE, en la calle Ferraz de Madrid, ilustrando la expectación que generan las desavenencias de algunos barones socialistas, para con la gestión de Pedro Sánchez.

Desde el simbolismo y la estética de la primera, hasta lo que acontece en la segunda, saltan chispas de una incuestionable evidencia: existen en sus filas concepciones bien distintas de lo que ha de ser este partido... 


Aún así, nunca podrán justificarse los actuales intento de apartar a su Secretario General, al único líder que fue elegido por las bases, en el contexto de las primeras elecciones primarias en la historia del Partido Socialista... Mucho menos aún cuando este grupo político ejerce su naturaleza, cuando hace lo que se le pide y que lleva escrito en sus genes: oponerse a un Gobierno del Partido Popular.

Es probable que la profunda brecha existente entre los miembros de su Comité Directivo suponga el principio del fin de este partido, podría ser... Pero si tras el escándalo de esta división los socialistas apoyasen, aunque sólo fuera a través de su abstención, a un nuevo Gobierno de Mariano Rajoy: el daño en su imagen sería aún más irreparable y su final más probable.


sábado, 24 de septiembre de 2016

El Campus de Complutum


Patio Mayor de Escuelas, o de Santo Tomás de Villanueva

Durante el reinado de Alfonso VIII de Castilla, allá por el año 1208, surge el Studium Generale de Palencia, el primer centro de enseñanza superior de la España Cristiana, un lugar en el que se podía estudiar Teología y Artes... Lamentablemente en la actualidad no queda ningún resto físico del edificio histórico de esta Universidad.

Pero si analizamos el ranking mundial: la primera institución de educación superior en otorgar títulos, según la Unesco y el libro Guiness de los Récords, es la de Al-Qarawiyyin, fundada en 859 por nada menos que una mujer, Fátima al-Fihri, en la ciudad de Fez (Marruecos)... Pero veamos ese ranking:
1.- Universidad de Al-Qarawiyyin, ya mencionada
2.- La de Al-Azhar, Egipto, año 970
3.- Universidad de Al-MulkNizamiyya, Irán
4.- Universidad de Bolonia, Italia, año 1088: la primera Universidad de Europa y la que acuña precisamente el término "Universidad"
5.-  Universidad de París (La Sorbonne), fundada antes de 1096
6.- Universidad de Oxford: coincidiendo con su creación, el rey Enrique II prohíbe a los jóvenes ingleses asistir a clases en la Universidad de París...
7.- de Cambridge: se constituye en 1209, por fragmentarse la de Oxford tras una gran disputa que sienta los pilares de una legendaria rivalidad entre ambas.
8.- En España: Salamanca se erige para algunos como la primera Universidad española, aunque fue fundada en 1218, una década más tarde que la de Palencia.

Sea como fuere, de lo que sí podríamos presumir los españoles es de que la Universidad de Alcalá de Henares, esa a la que también se conoce como Complutense o Universidad Cisneriana, la que desde 1998 luce el título de Patrimonio Cultural de la Humanidad, deja de ser un simple colegio Universitario y se erige como PRIMERA CIUDAD UNIVERSITARIA PLANIFICADA, o PRIMER CAMPUS UNIVERSITARIO del MUNDO... 

Un completo complejo de carácter Humanista en el que se podía estudiar Arte, Teología, Derecho Canónigo y Medicina. A su alrededor florecieron los Colegios Menores donde se cursaban la Gramática y las Lenguas, a los que se unieron instituciones eclesiásticas y privadas.

El Cardenal Cisneros la fundaría en el año 1499... En 1836 fue trasladada a la cercana ciudad de Madrid, aunque hoy podemos seguir disfrutando, en Alcalá de Henares, de sus edificios originales...

Puerta de la Gloria, en el Patio de Filósofos

De entre sus preciosos patios cabe destacar el de Filósofos, en el que sobresale una puerta de la Gloria que cruzaban entre algarabías los estudiantes que aprobaban el Doctorado y quienes, según mandaba la tradición, debían invitar al pueblo a comer durante tres días. La invitación solía hacerse en Cuaresma, por ser la época en que resultaba menos gravosa.

Frente a la de la Gloria: la puerta del Burro, por la que salían los que no conseguían aprobar, ataviados con orejas de asno, burlados y paseados por la ciudad donde las gentes les escupían y arrojaban los desperdicios que tenían en sus casas... Posteriormente eran manteados; un motivo por el que a los malos estudiantes se les descalificaba con expresiones como la de: "eres un manta!".  

Cuentan que Ignacio de Loyola suspendió el examen y se doctoró posteriormente en París, posiblemente por no volver a pasar por la humillación de salir de nuevo del Paraninfo por la puerta del Burro.

El Cardenal Cisneros quiso que esta Universidad, que nacía con la edad Moderna y como una avanzadilla -en España- de las corrientes renacentistas y humanistas de Europa, fuese el crisol donde se educara no sólo el clero regular y secular dispuesto a afrontar la reforma eclesiástica, sino también a los nuevos funcionarios competentes que necesitaban los reinos de España. El éxito de aquella empresa hizo que Alcalá se convirtiese en la sede de una aristocracia universitaria que hizo posible nuestro Siglo de Oro.

A pesar de esas palabras, lo cierto es que los estudios en Alcalá duraban largos años (hasta que los alumnos cumplían los 35 años) y las normas eran muy estrictas (incluían hablar siempre en latín o griego, no salir por la noche y no ser vistos en compañía femenina ni fuera ni dentro del recinto), por lo que muchos alumnos acababan desobedeciendo y siendo castigados con la cárcel universitaria o, en el peor de los casos, con la expulsión. Así les ocurrió a Lope de Vega y a Quevedo, por citar dos ejemplos... Por lo general, las historias que cuentan los guías turísticos sobre la cárcel, las expulsiones y los castigos son las que más gustan a los críos (y a los mayores), sobre todo cuando comprueban que algunos de sus protagonistas llegaron a ser grandes escritores.

La visita al Paraninfo resulta interesantísima, en sus paredes pueden leerse los nombres de profesores y alumnos más ilustres, que pasaron por aquí: a los mencionados Lope y Quevedo tendríamos que añadir a Nebrija, Santo Tomás de Villanueva, San Ignacio de Loyola, San Juan de Ávila, Tirso de Molina, Calderón de la Barca y el Cardenal Mazarino, entre otros...

En el Paraninfo se celebraban los exámenes del Doctorado, que muy pocos candidatos conseguían aprobar. Se les examinaba por su tranquilidad y templanza, aunque también por sus conocimientos... Mientras respondían a las preguntas que los profesores les hacían, el público asistente (mayoritariamente estudiantes) podía insultarlos, increparlos y distraerlos de mil maneras... Aprobar era casi un milagro. Subido en su púlpito o cátedra el aspirante a doctor tenía a su lado a dos alumnos, uno que le ayudaba y el otro que le dificultaba el examen, resultaba todo un espectáculo...

En el Paraninfo también pueden verse los nombres de todos los premios Cervantes que en su interior entrega el Rey anualmente, cada 23 de abril.

Hospedería de los Estudiantes

No resulta menos interesante la visita de la Hospedería de Estudiantes, en la que pueden verse sus apartamentos e imaginar su modo de vida.



jueves, 22 de septiembre de 2016

Me vuelves Lorca



"Poesía es la unión de dos palabras
que uno nunca supuso que pudieran juntarse,
y que forman algo así como un misterio"
(Federico García Lorca)

- o -

Amor de mis entrañas, viva muerte,
en vano espero tu palabra escrita
y pienso, con la flor que se marchita,
que si vivo sin mí quiero perderte.

El aire es inmortal, la piedra inerte
ni conoce la sombra ni la evita.
Corazón interior no necesita
la miel helada que la luna vierte.

Pero yo te sufrí, rasgué mis venas,
tigre y paloma, sobre tu cintura
en duelo de mordiscos y azucenas.

Llena pues de palabras mi locura
o déjame vivir en mi serena
noche del alma para siempre oscura.

- o -

"El más terrible de todos los sentimientos
es el sentimiento de tener la esperanza muerta"
(Federico García Lorca)


miércoles, 21 de septiembre de 2016

Un curioso detalle



Nos encontramos paseando por la Calle Mayor de Alcalá de Henares (Madrid), una más de entre las muchas calles principales de nuestras pequeñas ciudades españolas, aunque no debemos olvidar el dato de que ésta es, en concreto y con diferencia, la calle soportalada más larga de nuestro país...

La contemplación del detalle de algunos de sus portales nos lleva a afirmar aquello de que antaño todo había sido ya inventado. Porque según Uds.: ¿a qué correspondería el orificio que pueden ver en el techo de la fotografía siguiente?

Tras dejarles un ratito para pensar y caso de que acertasen:

En efecto, se trata de las famosas mirillas, los primeros "videoporteros" a través de los cuales el residente podía satisfacer su curiosidad, comprobando la identidad de quien llamaba a su puerta, antes de bajar a abrirle...

Aunque ya no sean muchas, mirillas como esta siguen encontrándose en los cascos antiguos de algunas de nuestras ciudades, constituyendo un agradable y nostálgico recuerdo del ingenio práctico de nuestros ancestros.


martes, 20 de septiembre de 2016

El Imperio Español



El Imperio más grande de todos los tiempos tuvo su ombligo aquí, en el Palacio de El Escorial, en la sierra de Madrid.

Con el traslado de la Capital a Madrid, por decisión de Felipe II en 1561, la Monarquía española se apea de su condición de itinerante y decide una residencia fija...  Dos años más tarde (1563) el Rey Prudente ordena la construcción de un Palacio que estuviese a la anchura de su imperio.

Los trabajos del Palacio-Monasterio de El Escorial tardarían 21 años en concluirse, algo que contradice la costumbre popular de comparar con "la obra del Escorial" a toda aquella construcción que se prolonga o demora demasiado.

Desde aquí se dirigió el IMPERIO MÁS GRANDE DE TODOS LOS TIEMPOS, y es un dato que pone el énfasis en nuestra humildad. al tratarse de un protagonismo poco conocido por parte de los españoles y, desde luego pero con más motivo, por parte de los ciudadanos del resto del mundo: NUNCA existió un Imperio mayor, aunque todos los demás sean mucho más conocidos.

Con sus 25 millones de kilómetros cuadrados, el Imperio Español fue:
-. 8 veces más extenso que la Macedonia de Alejandro Magno
-. 4 veces mayor que el sobrevalorado Imperio Romano
-. La Francia de Napoleón fue 10 veces más pequeña
-. el Imperio Español alcanzó a ser 15 veces más vasto que el Antiguo Egipto
-. Casi el doble de la extensión del Imperio Británico, que fue el que más se le acercó, aunque de lejos.

Pero veamos algunos datos que pueden significarnos toda esta grandeza:
-. En el Imperio Español jamás se ponía el sol, puesto que siempre era de día, en alguno de sus territorios.
-. En su esplendor España mantuvo guerra con 32 países simultáneamente, entre los que se encontraban: Francia, Inglaterra, Portugal, Holanda, Alemania, el Imperio Inca, el Imperio Azteca y tribus regionales de todos los territorios conquistados. 
-. Una de las últimas frases que Hitler dijo antes de morir fue: "Solo España pudo conquistar todo el mundo y nunca jamás nadie podrá".
-. Bismark dijo una vez: "España es el país más fuerte del mundo: los españoles llevan siglos intentando destruirlo y no lo han conseguido"... (leer explicaciones a la frase).



lunes, 19 de septiembre de 2016

Un palacio a la parrilla



Quienes se interesaron por la historia de los Austrias en general, o la de Felipe II en particular, saben que sus rasgos de personalidad hacen suponer que el rey prudente sufrió un trastorno obsesivo-compulsivo (TOC), en el que las rumiaciones obsesivas fueron de tipo religioso y las conductas compulsivas se manifestaron en la reiterada revisión de la documentación de Estado, así como en su afán por la pulcritud, el orden, el coleccionismo, etc...

Los detalles que rodean a la construcción del Real Sitio de El Escorial, considerado como la octava maravilla del mundo, son una buena muestra de ello: El 10 de agosto de 1557 las tropas españolas vencieron a las francesas en la batalla de San Quintín... Para conmemorar este hito Felipe II decide construir el Monasterio de El Escorial....

Dado que el 10 de agosto es el día de San Lorenzo, el Rey decide encomendar la obra a este Santo, por suponerle protector de sus intereses.


Y puesto que San Lorenzo murió martir, literalmente asado en una parrilla, el emblema del Real Sitio será una parrilla, sí, como lo oyen: un utensilio que podemos ver representado en la bandera, el escudo, en numerosos lugares del edificio... y que incluso da forma a todo el complejo, tal y como puede verse en una perspectiva aérea. 



domingo, 18 de septiembre de 2016

Poner o quitar la mesa



Durante la visita al Real Monasterio/Palacio/Panteón de San Lorenzo del Escorial, son muchas las cosas que por curiosas captarán nuestra atención: una de ellas, puede que la más impactante, es la sobriedad de las salas del Palacio... Tal austeridad resulta absolutamente contrapuesta con la grandeza del que fue el más vasto Imperio de todos los tiempos.

Con poco que nos moviésemos y visitásemos con anterioridad cualquier otra residencia de las distintas monarquías europeas, y si me apuran de otras latitudes, enseguida nos parecerá cuando menos chocante la ausencia de suntuosos muebles y de complementos que caracteriza a las dependencias privadas del Rey Felipe II o de su esposa.

La sala comedor, en la que sus majestades comían, se nos muestra totalmente vacía (una de tantas), sin una triste mesa o unas sillas en las que sentarse.

Antaño también fue así: y es que durante la dinastía de los Austrias, la corte española se acogió a la estricta etiqueta borgoñona según la cual: cada día se montaba la mesa a la hora de comer, desmontándola siempre al terminar...

De tal costumbre nos quedaron las expresiones "Poner o quitar la mesa" las cuales, sin esta explicación, habrían de resultarnos cuando menos inapropiadas hoy, ante unas mesas que en todas las casas permanecen siempre puestas...


sábado, 17 de septiembre de 2016

Quien va a Jarandilla no pierde su silla



No pocas veces escribí sobre el tema de los toros y muy particularmente sobre los toros de mi pueblo -Jarandilla- esos a los que se conoce como "Toros al estilo Tradicional de la Vera"...


No voy a entrar ahora en la disertación sobre si el término fue o no fue bien traído, mucho menos en polemizar contra o a favor de este tipo de festejos, pues no es esta la motivación de este post...


Pretendo únicamente conseguir un testimonio gráfico, en estos días en que los jarandillanos celebran las fiestas de su Santísimo Cristo de la Caridad, soltando toros en el coso que, a la sazón, instalaron en la plaza del pueblo...


Hoy quiero enseñaros una sucesión de imágenes que tratan sobre un simpático gesto...


Una costumbre entre las gentes de mi pueblo, algo que siempre captó mi atención...:


La de atar sillas a la empalizada de la plaza de toros, con el fin de "guardar o coger un sitio".


Porque en definitiva: esas sillas encadenadas, acaso no constituyen una simbólica imágen de lo que son las ataduras de las tradiciones?.



EXTRAS DEL POST
Más Forelatos sobre toros: 1, 2, 3, 4, 5


jueves, 15 de septiembre de 2016

Mendicidad organizada



Lo he dicho alguna vez, aunque me gusta repetirme: hay Forelatos que se justifican únicamente en la singularidad de una fotografía... Sin duda este sería uno de ellos...

Madrid amanece y bulle, que no es poco, en una mañana de verano que supone un respiro en la sucesión de sus infinitas olas de calor... 

Sale el sol... Sus rayos rozan acariciando el colorido y brillante adoquinado de la Plaza Mayor... 

Los locales comienzan a abrir sus puertas, amén de alguna que otra cafetería que las corrió horas antes, ofreciendo el reclamo de sus churros.

Unos guías turísticos despliegan anchos paraguas convocando a sus acólitos. Hay mimos que pasean sus anquilosadas piernas, en el pre-calentamiento de lo que será una jornada más de quietud.

Empiezan a verse los primeros grupos de extranjeros aunque, ya se sabe, no todos son turistas...


martes, 13 de septiembre de 2016

El Toro de la Vera



Una vez más, Jarandilla tiene una cita con los "toros al estilo de la Vera", en el contexto de sus Fiestas del Santísimo Cristo de la Caridad. En la plaza del pueblo, como en cada mes de septiembre y hasta donde alcanza el recuerdo de mi pasado, se dispusieron las instalaciones para dar cabida a estos festejos, en los que las distintas peñas ocupan los tenaos que fueron adosando a la estructura original.


Una vez más me asaltó la inquietud al recordar aquella puerta reservada para un supuesto "médico torero" que habría de salir al coso y con el beneplácito del astado, a socorrer la urgencia de una tan posible como desafortunada cornada...


En tales contextos me confieso antitaurino; no comparto la necesidad de herir o de consumir la nobleza de un animal para alimentar nuestra ociosidad, aunque lo siento desde el lógico respeto hacia otras opiniones, que no parecen ser pocas, a tenor de las conclusiones de una reciente publicación en El País: en el nuestro, al menos uno de cada cinco pueblos utilizaría reses para sus festejos, una tendencia que lamentablemente reafirma su auge en el detrimento de las formas más convencionales de la tauromaquia... (para acceder, pulsa aquí)


A medida que escribo estas líneas, no exento de polémica, el Toro de la Peña corre hacia la Vega de Tordesillas, el lugar en el que esta vez no morirá: un decreto del pasado mes de mayo prohibió maltratarlo y alancearlo, por lo que se sustituirá la muerte pública de Pelado (que así se llama el morlaco) por el sacrificio que le aguarda después, en un matadero municipal.


Y  mientras se van consiguiendo estos tan pequeños como simbólicos logros, una vez más y como cada año: las gentes de Jarandilla seguirán atando sus sillas a la empalizada de la plaza, con la intención de reservar un sitio y para no perderse el espectáculo. (Ver más sillas) 

Pero sobre todo... ¡Que al menos no pase nada!


domingo, 11 de septiembre de 2016

El mantón de Madrid



Con cada cita anual, el cálido ambiente del verano madrileño se nos llena con el aire de las verbenas: San Cayetano, San Lorenzo, la Paloma... son algunas de estas manifestaciones en el céntrico Madrid más chulapo...

En este sentido doy por bien traída la iniciativa del Hotel Mayorazgo, en la Gran Vía, al llenar el chaflán de su fachada con un policromado mantón de Manila.

Tan dados como somos, desde el atribuido casticismo, a ponerle un nombre "fetén" a las cosas: con el beneplácito de Susana, el permiso de Julián y la aquiescencia de la capital filipina, sugiero que éste sea el "Mantón de Madrid".


De la Verbena de La Paloma (zarzuela)
Julián   ¿Dónde vas con mantón de Manila?... ¿Dónde vas con vestido chiné?
Susana   A lucirme y a ver la verbena, y a meterme en la cama después.
Julián   ¿Y por qué no has venido conmigo, cuando tanto te lo supliqué?
Susana   Porque voy a gastarme en botica lo que me has hecho tú padecer.


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jueves, 8 de septiembre de 2016

Luis Candelas



Junto a la escalinata del conocido arco de Cuchilleros, que en Madrid da acceso a su plaza Mayor, nos encontramos con un carismático local sabido del dilatado turisteo que nos visitó a lo largo de muchos años, por el lugar y el llamativo portero adornando su acceso: un rudo bandolero, en el sentido más romántico del término, armado con un tan curioso como pesado trabuco...

Hablamos del Mesón "Las Cuevas de Luis Candelas", un restaurante que se apropia del nombre de un personaje de la historia de nuestro viejo Madrid, un delincuente del que todo el mundo escuchó hablar, pero al que muy pocos conocen... Luis Candelas fue un bandolero madrileño, pues no todos se ubicaron en los parajes de Sierra Morena, un mito cargado de leyendas al que castizamente se conoce como "el Robin Hood de Madrid".

Nacido en el barrio de Lavapiés, en los albores del siglo XIX, pronto se inició en el robo de guante blanco y contra las gentes de mejor posición, desde la firme creencia de un mal reparto de la riqueza y sin llegar nunca a la violencia física. Valiéndose de la falsa identidad de un acaudalado criollo, apoyado en su cuidado aspecto y un cierto refinamiento autodidacta que le prodigaron no pocos éxitos entre las damas de elevada alcurnia, sus víctimas más habituales.

Con los botines solía organizar opíparas fiestas a las que invitaba a una milagrosa corte de miserables y necesitados, quienes -como no y por cierto- le guardaban y manifestaban gran afecto y una no menor consideración.

Sus robos acabaron conduciéndole hasta el garrote vil, a pesar de no tener delitos de sangre y de pedir clemencia a la Regente María Cristina de Borbón.



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jueves, 1 de septiembre de 2016

Planeta y Pasmado



La plaza de Oriente es un precioso lugar que se encuentra en el lado más Occidental del viejo Madrid, una contradictoria circunstancia que se explica en el hecho de deber su nombre a su situación respecto del palacio, que no de la ciudad.

En su centro, la estatua ecuestre de un Felipe IV que posa en actitud ciertamente victoriosa... Es esta una muy curiosa obra, por cierto y por diversos motivos:

1.- En primer lugar porque fue la primera estatua del mundo que se hizo con un caballo en actitud rampante (es decir, con las dos extremidades superiores elevadas), planteando no pocas dificultades al diseñador (el pintor Diego Velázquez) y al escultor (Piedro Tacca), ambos hubieron de recurrir al genio de Galileo Galilei, para asegurar su estabilidad (aunque solo la mitad posterior del caballo estaría rellena, prolongar la cola hasta el suelo fue también de gran ayuda)

2.- En segundo lugar, porque es una estatua que contradice el código ecuestre, un idioma según el cual el número de patas que el caballo mantiene elevadas simboliza las circunstancias que rodean a la muerte del jinete:
- si el caballo tiene dos patas en el aire: el jinete murió en combate.
- si una pata: murió a consecuencia de las heridas que recibió en el campo de batalla.
-. si ninguna: murió en su cama, por causas naturales.
A pesar de montar un caballo rampante, Felipe IV falleció en su cama, tras uno de los reinados más largos de la historia de la Monarquía española.

3.- Porque una vez acabada la estatua disgustó al soberano, que dicho sea de paso era muy presumido... Fue necesaria la total reconstrucción de la cara, de la mano del escultor Juan Martínez Montañés.

Felipe IV fue conocido como "El Grande", o como "El Rey Planeta", por sus dilatadas posesiones... Últimamente y después de que Gonzalo Torrente Ballester escribiese la novela que posteriormente Imanol Uribe llevaría a la gran pantalla, también se le conoce como "El Rey Pasmado", en clara alusión a sus más íntimas inclinaciones...