sábado, 16 de abril de 2016

Hasta luego, Lucca



Es este uno de los lugares en los que pasé los momentos más agradables de estos últimos meses: la plaza del Anfiteatro, en la ciudad italiana de Lucca

Estuve alojado tres días en Lucca, fue la sede desde la que visité todo el norte de la Toscana y Cinque Terrae (Liguria)... Recuerdo que a lo largo de cada uno de esos días desee la llegada de la noche, para poder acercarme a cenar hasta la terraza de una de las trattorías de esta plaza circular, de la que acabé absolutamente prendado. 

Por cuanto manifiesto y me leéis, el flechazo fue una cuestión de sabor, de sabor del ambiente del lugar, aunque también de sus platos, por supuesto... 




Por lo demás, Lucca es lo más parecido a una gran aventura: una ciudad amurallada y peatonal en la que la sorpresa puede asaltarte en cada rincón o esquina... Y no dudo al calificarla como lo que más llegó a impresionarme de la Toscana, quizá porque, a diferencia de Florencia, Pisa, Siena u otras, en el caso de Lucca no llevé preconcebidas las sólidas espectativas que suelen preceder a la visita de las más grandes...  

Otro de los motivos que alimentó la sorpresa fue el hecho de que Lucca nunca llegase a parecerme, aún sobrándole encantos, un parque temático por y para el turista, como tantos otros lugares de Italia. En sus calles llegas a experimentar la sensación de parecerte posible el escuchar los gritos, desde la rotundidad de una mamma italiana, asomada a la ventana de su cocina.

Si tienes ocasión de hacer una inmersión en Lucca, no dejes de pasear la ronda de su muralla, no olvides callejearla, otéala desde el alto arbolado de su torre Guinigi, para acabar cenando en la Plaza del Anfiteatro....

Lucca es uno de esos lugares en los que podrían buscarme, si algún día llegase a perderme.


EXTRAS DEL POST
Mas sobre la plaza del Anfiteatro en Wikipedia
Mas sobre la Plaza del Anfiteatro, en fotos
Mi  álbum de fotos de Lucca


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