domingo, 20 de marzo de 2016

Puertas al campo



Paseando por un parque urbano pude ver esta curiosa iniciativa que rápidamente convertí en imagen: la de un solitario y oxidado candado aferrado a la rama del árbol de la que fue colgado, hace ya algunos años...

Desde que Federico Moccia lo usase en su novela "Tengo ganas de tí", el romántico simbolismo de los candados acabó trascendiendo, más allá de las farolas del Puente Milvio, para campar en los lugares más insospechados, como la rama de este árbol... Y cabría esperar que, cambiados soporte y escenario, se alterasen también el mensaje y su significado...

En estos días en los que, por nuestras vergonzante postura y tímida respuesta para con la crisis de los refugiados, no me siento particularmente orgulloso de mi condición de europeo: la imagen de la rama abriéndose camino, a pesar del restrictivo y asfixiante abrazo del candado, me recuerda que la vida no entiende de fronteras...


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