jueves, 5 de julio de 2012

Es u-na pe-lí-cu-la...


A muy pocos pasos del lugar en el que quemé mi adolescencia, motivo por el que puedo afirmar que durante algunos años fuimos vecinos, se encuentra la casa en la que residió el que para nosotros, los integrandes de mi generación, pudo ser EL crítico de cine por antonomasia: Don Alfonso Sánchez Martínez, un periodista de prensa, más tarde televisivo, que elevó la profesión de crítico cinematográfico a los más altos grados de aprecio y consideración, por parte del gran público; hasta el punto de haber sido denominado alguna vez como "La Voz española de la crítica cinematográfica".

La calle del Doctor Cortezo es una de las que salen de la Plaza de Tirso de Molina, en Madrid, un rincón que, por coincidir algunas peculiares circunstancias, pasa por ser de los más cinematográficos de la capital: en ésta plaza comienza El Rastro Madrileño; por sus inmediaciones convivieron el Cine Progreso, los Billares Cortezo y el pugilístico Frontón de Madrid, entre otros míticos lugares...

Tirso de Molina era también uno de los lugares en los que se concentraron el mayor número de hotelitos, hostales y pensiones de la ciudad; de manera que una buena parte de los viajeros que llegaban a Madrid acababan pernoctando por la zona, un detalle que -no me lo negarán- tiene también los requeridos enjundio y aquél, que exigirían los decorados de una serie negra... Y los tendrá con más motivos si añadimos que tradicionalmente también fue uno de los sitios que en Madrid concentraron mayor número de tascas y baretos, en los que tomar vinos y aperitivos, y quizá por eso alguna vez aspiró a merecer el apelativo de "Plaza de los Borrachos"...

.
He vivido mi adolescencia en la plaza de Tirso de Molina, antes del Progreso, y quizá por cuanto conté acabé teniendo por vecina de finca a la irrepetible actriz Victoria Abril. Se podría decir que compartíamos piso ya que del original, de casi 300 metros, mi padre le vendió a ella una mitad, ocupando yo la otra. Pero con Victoria no sólo compartí piso, también otros tres importantes detalles: 
a/ la fecha de nacimiento (ambos nacimos exactamente el mismo día, mes y año).
b/ un Eleuterio en nuestras vidas (ella acababa de rodar una de las películas que más la consagrarían, "El Lute"... Y Eleuterio era también el nombre de mi padre)...
c/ y nuestra pasión por la zona... Recuerdo que ella me dijo alguna vez, en la época en la que una buena parte de su vida transcurría en París: "Me gusta esta plaza, porque cuando me despierto y asomo al balcón, al ver a toda ésta gente, siento inequívocamente que estoy en Madrid."

Con tal palabrería quise rendir merecido homenaje, de incuestionable recorrido cinematográfico, por el lugar en el que vivió nuestro más conocido, pero también el que fue más imitado crítico en el universo del VIIº arte... 
.
Eran tiempos en los que los imitadores, incluso los que como yo sólo alcanzamos a serlo de medio pelo, sabíamos emular perfectamente las voces y expresiones más características de Félix Rodríguez de la Fuente y de Alfonso Sánchez, con frases como aquellas de: "Queridos amigos, hoy hablaremos del lobo, ese hermano lobo...", o "Es  u-na pe-lí-cu-la  pro-ta-go-ni-za-da  por  Ga-ry  Coo-per...".



No hay comentarios: