sábado, 26 de noviembre de 2011

... ¡Tanto chorizo!

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Uno de los eslóganes más coreados o esgrimidos en las pancartas de las manifestaciones convocadas por los indignados del movimiento 15-M, fue aquél simpático...


"No hay pan para tanto chorizo"


... Que despertó mi curiosidad -no he podido evitarlo- respecto de la relación existente y que pudo llevar a que los ladrones fuesen calificados con el nombre de este popular embutido, tan nuestro...

En este caso, como en todos aquellos en los que existen diferentes teorías, una de dos: o no conocemos la exactitud del origen, o es posible que las dos teorías compartan un tronco común...

1/ En caló, una lengua que nunca tuvo una clara influencia sobre el castellano y que emplean los gitanos españoles, robar se dice "chorar" y ladrón "chori"... Desde aquí y en un intento de asimilar la catetez del popular embutido con la villanía de los ladrones, es posible que derivasemos en el verbo "chorizar", como sinónimo de robar y en el sustantivo "chorizo" como sinónimo de ladrón...

2/ Según la otra teoría fue a raíz del famoso Motín de Aranjuez, en el que las gentes asediaron su Palacio el 18 de marzo de 1808, con la intención de dar captura y muerte a Manuel Godoy, valido del Rey Carlos IV. Allí surgió un grito enaltecido por las masas, “¡Muerte al choricero!”... Y, es que por aquellas fechas, a los oriundos de Extremadura (Godoy había nacido en Badajoz) se les llamaba “choriceros” por sus estupendos productos ibéricos de bellota. Obviamente, el tono peyorativo que surgió de este evento hizo que los extremeños dejasen de ser llamados así. No así ladrones y raterillos. 



1 comentario:

Museo Pobre del Pintor dijo...

No se aborda por sumamente escatológico el significado subconsciente de tal término "chorizo" pues siempre y cuando por las mañanas empijamados y despeinados nos asomamos al óvalo de los deshechos y vemos con alivio que flotándo se haya eso que consideramos como "lo más de lo más" como para definir, embarrizar, retratar y encasillar a todo aquello que nos perjudica, expolia o arruina como es el caso de los corruptos gobernantes.