sábado, 30 de julio de 2011

Los otros malacatones...

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Algo así justifica explicando el frenazo en seco, la necesidad de recular para, desde la cámara del Iphone y tras bajar la ventanilla, poder fotografiarlo sin más intención que la de divulgar y compartirlo.

Este aviso que ví en una localidad del suroeste madrileño, colgado en el acceso a un chalet en construcción, enmarca, y lo hace sin reparos ni cosmética alguna, a la totalidad de nuestros tópicos más xenófobos.

La lectura reflexiva del texto mece las interpretaciones y con las conclusiones fluyen sentimientos de la más diversa índole, que van desde la insinuación racista de una muy particular violencia del colectivo al que se hace mención, pasando por la pasividad o inutilidad de otras formas -las más prosaicas- de cuidar el patrimonio personal: las diferentes fuerzas de orden público, los vigilantes jurados, etc...

Sin más evidencia que la de recordar, basándonos en nuestra trayectoria histórica de occidentales, esa particular inclinación a saquear, esclavizar, conquistar, colonizar, someter o tiranizar, cuando no a matar... que nos ha caracterizado siempre y allá adónde fuesemos, creo estar en disposición de poder asegurar que el aviso más temido, que el cartel más terrorífico y eficaz en materia preventiva, contendría un mensaje en la línea de aseverar algo parecido a:


"¡Ojo con el hombre blanco que anda suelto!"



1 comentario:

Anónimo dijo...

Una simple frase....da para mucho en un gran pensador!!!