domingo, 5 de septiembre de 2010

Fragmentación


En una madrugada del mes de marzo de 2.005, ahora hace algunos años, se procedía a la sigilosa retirada de la estatua ecuestre del General Franco en las inmediaciones de los Nuevos Ministerios de Madrid, con idéntica finalidad con la que anteriormente se habían retirado estatuas similares, en otras ubicaciones (Academia General Militar de Zaragoza, Plaza de España de El Ferrol, etc...).

Independientemente de que el intento de arrancar determinadas páginas del libro de nuestra historia me resulte un gesto erróneo por pensar, entre otras cosas, que lo mejor que podemos hacer con nuestro pasado es tenerlo muy presente, lo cierto es que esa noche los españoles volvimos a poner de manifiesto nuestras enraizadas divisiones.

Y es que a esta bendita tierra parecen perfilarla dos pieles de vacuno, dos en el mejor de los casos, pero nunca una sola, las de: una vaquilla condenada a ser sometida por un toro bravo, depredador y dominante...


DIVISION TERRITORIAL
El nuestro es uno de los países más antiguos del ámbito occidental. Desde 1.492, demasiado tiempo, mucho más que aquél del que pueda presumir cualquier otra nación de nuestro entorno, España es un todo. Tanto recorrido, sin embargo y contra toda lógica, no parece constituir un componente válido para nuestra amalgama.

Una de las razones de este contrasentido quizá radique en el hecho de que también fueron muchos los años transcurridos, desde la última vez que los españolitos tuvimos enemigos que tuviesen la particularidad de ser comunes... La situación más parecida -y sirva de ejemplo por cuanto el futbol es considerado por algunos como "la guerra con preservativo"- tuvo lugar recientemente, con ocasión de los mundiales de Sudáfrica...



Los monumentos levantados para honrar a los caídos por la Patria, aquellos otros que se erigieron a la memoria del soldado desconocido, siempre llamaron mi atención en cuantos viajes pude hacer por el viejo continente. Allende los Pirineos los encuentras por doquier, en cada pueblo, en cada esquina...

Los alemanes, que duda cabe, le dieron espaldarazo, fundamento y razón de ser a la unidad de no pocos países europeos: mientras éstos lucharon, reafirmándose en una causa común y en pro de la expulsión del invasor prusiano ó nazi (según el caso y en este orden), nosotros nos dividíamos para acabar lamiéndonos las heridas provocadas en el derby fratricida de nuestra Guerra Civil


DIVISION IDEOLÓGICA
Ahora -y desde hace más de 30 años- vivimos en democracia, aunque seguiremos inmersos en una transición política que no deberíamos considerar revalidada, en tanto en cuanto las concepciones progresistas no estén definitivamente unidas (primero), dispuestas a pasar determinadas páginas (después) y encuentren su nuevo norte ideológico (finalmente); y hasta que nuestras derechas, cuantos están a nuestra derecha, no sepan encajar mejor sus derrotas: en aquellas contadísimas ocasiones en las que una concepción progresista tomó la riendas de nuestro gobierno, tuvimos razones para el Parkinson... Por citar algunas:
  • En el Año 1.812, precisamente por estas fechas -un 19 de marzo, motivo por el que se la recuerda popular y cariñosamente como "La Pepa"-  se proclamó la Constitución de Cádiz. Poco tiempo después Fernando VII reinventaba el absolutismo dando paso a una de las etapas más sangrientas, regresivas y represivas de nuestra historia: la Década Ominosa.  
  • En las elecciones de 1.936 la victoria del Frente Popular constituyó todo un hito: era la primera vez que un bloque de progreso obtenía la mayoría para gobernar el país. Meses más tarde el Alzamiento Nacional nos conducirá a la Guerra Civil.

Hoy nuestro país está pagando las consecuencias de una democracia que, con las prisas y por las experiencias pasadas, fue mal planteada y peor perfilada, y en la que a unos políticos (de izquierdas, de derechas, tanto da...) que parecen condenados a no entenderse, sólo les interesa el balance electoral por el que siempre están dispuestos a hacer concesiones a la mayor fragmentación y a la incertidumbre sombría del medio plazo...


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