sábado, 10 de julio de 2010

Las Médulas



En los limites que separan a las provincias de León y Ourense, a caballo entre esas dos comarcas emblemáticas -El Bierzo y Valdeorras- las cuales, al parecer y según rezan las crónicas, un día constituyeron la quinta provincia gallega, se encuentra el precioso paraje de Las Médulas.

Casi podría asegurar que cada vez que se me presenta la ocasión, me asomo al balcon de su inmensidad... ¿Y por qué lo hago?: no lo sé exactamente... quizá sea porque me cautiva el silencio de este valle (muy cerquita de allí un valle recibe precisamente este nombre: "Valle del Silencio"), quizá porque me parece la síntesis perfecta de la Historia, en la que el poder de algunos siempre se fraguó con el sufrimiento de otros..., y quizá -finalmente- por que aun pueden escucharse, forzando el oído, los gritos de aquellos esclavos.

¿Qué son Las Medulas, os preguntareis algunos?... Este paisaje casi lunar fue un día -hace ahora mas de dos mil años- la mayor mina de oro del Imperio Romano. De aquí salieron toneladas de metal amarillo, destinadas a armar legiones...

En este valle trabajaron -a un tiempo- decenas de miles de esclavos, una cifra que no deja de producirme escalofríos cada vez que tengo ocasión de recordarla. Y toda esta miseria, toda esa mugre para poner de manifiesto, también, las magnificencias y la espectacularidad de los conocimientos tecnológicos de la Historia Antigua... Porque quien tiene ocasión de profundizar en los procedimientos de explotación puestos en práctica en este lugar, y por los ingenieros de la época, tiene que sujetarse el refajo....

Merecidamente y hace ahora algunos años, la UNESCO otorgó a Las Médulas la distinción de "Patrimonio de la Humanidad"... Aun así -y es curioso- es mucha la gente que no oyó nunca hablar de ellas...



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