martes, 22 de junio de 2010

Guernica

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Hablar de Guernica es recordar uno de los primeros bombardeos aéreos de la historia, que si bien no fue exactamente el primero (meses antes las bombas habían caído sobre otra ciudad vasca: Durango) alcanzó destacado protagonismo en nuestra memoria colectiva, a través del archiconocido lienzo que Pablo Ruiz Picasso dejó para la posteridad.
 
Guernica es también la capital histórica, simbólica, cultural y moral de los vascos. Situada en la parte más alta de su casco urbano se encuentra la antigua Casa de Juntas, el Parlamento Vizcaíno cuyo famoso roble se enraíza en icono de la tan controvertida y polémica, como pretendida independencia de esta identidad. 

Tal controversia se nutre en buen número de frentes; uno de ellos, el posible y curiosamente  más desconocido, es el hecho de que los vascos no podrían dejar de ser españoles, en idéntica medida en que los pájaros no pueden dejar de ser aves, ó felinos los gatos.

Según la Teoría Vascoíbera, postulada en 1.530 por Lucio Marineo (profesor de la Universidad de Salamanca y Confesor de Fernando el Católico) y posteriormente desarrollada por una legión de expertos y eruditos historiadores, de entre los que cabe destacar a Wilhelm von Humboldt ó a Julio Caro Baroja: los vascos descenderían directamente de los primitivos pobladores de la península, siendo pues y por antonomasia, los "Primeros Españoles". 

Una península que, todos lo sabemos, sufriría las colonizaciones -primero- de fenicios y de griegos, y las posteriores invasiones de romanos y de árabes, por citar algunos de nuestros más destacados huéspedes... A pesar de tales oleadas Euskadi no fue nunca conquistada, y no por que sus moradores conociesen la fórmula de una poción mágica, ni porque ofreciesen especial resistencia a la invasión: su ubicación y escarpada orografía mermaron siempre el interés de cuantos pudieran haber pensado en hacerlo.


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Respaldando las tesis del Vascoiberismo citaré algunas de sus más rotundas evidencias:
LAS BIOLOGICAS que apuntan hacia la concentración de la raza y el mínimo mestizaje: de entre todas ellas destacaría la escasa implantación, muy inferior a la de la media mundial, del antígeno Rh.
LAS LINGÜISTICAS: el euskera no comparte ni raíz, ni parecido alguno con ninguna de cuantas lenguas le rodean actualmente. Sin embargo sí se han evidenciado coincidencias entre el vascuence y las inscripciones ibéricas pre-romanas de determinados restos arqueológicos.
LAS GEOGRÁFICAS: existen numerosos accidentes geográficos (ríos, etc...) que salpicando nuestra península, tendrían un nombre con posible origen vasco.


Los vascos no pueden dejar de ser españoles, son los primeros, los españoles más puros (permítaseme el uso de tan incómodo calificativo); la pretensión de independencia de algunos de estos españoles del norte podría ser interpretada, eso sí, como un deseo de que los demás dejásemos de serlo.

 

1 comentario:

Pal dijo...

"la pretensión de independencia de algunos de estos españoles del norte podría ser interpretada, eso sí, como un deseo de que los demás dejásemos de serlo". (Very clever!)
Jajaja, como has conseguido darle la vuelta a la tortilla!. Eres increible!. No me parece una idea tan descabellada cuando hay vocablos vascos de la época de iberos y celtas hasta en tu querida Betonia!
Muy interesante, como siempre.